Siempre escuchamos a personas diciendo que todo
lo que tenemos es el presente, se hace demasiada alusión a vivir el momento,
pero muy pocas personas en verdad saben sacarle provecho. Tenemos miedo de
disfrutar de él en demasía y que esto propicie un ligero descuido del futuro, también
batallamos o hacemos cosas que nos ofrecen disfrutar del presente sólo para sentir que aminoramos nuestro pasado, yo pienso que la clave es
la aceptación y la convicción. Si aceptas que estás donde estas y
eres quien eres sólo gracias a tus experiencias, con
todo y aún más por tus errores, entonces no pasarás la vida tratando de huirle a tu pasado ni a lo relacionado a él,
porque has reconocido que eres un ser humano y como tal es perfectamente normal
estar lleno de secretos o que cometiste tantos errores en tu vida que estás
seguro que ahora no los volverías a cometer, no a la manera de regresar el tiempo
sino entendiendo que en el tiempo en el que pasó estuvo mal la manera en que actuaste.
Convicción, porque si tienes una meta definida es muy difícil que cualquier
cosa que hagas o percance fuera de ti que suceda te mueva de querer alcanzarla.
Si la mayoría de tus pensamientos y acciones giran en torno al éxito y te
visualizas y trabajas constantemente en ello, día tras día, resulta casi
imposible que cambie dicha determinación.
Para mi es vivir a manos llenas, aprovechando
todas las oportunidades y contratiempos que la vida te da en el momento, si
unas no las quieres, pues vívelas y déjalas pasar, nada pasa si no quisiste, y
si al contrario optaste por hacerlo y resultó algo no grato, igualmente ya forma
parte de tu experiencia y proceso de ir liberando lo pasado. Las risas, los
amigos, los panoramas, las oportunidades, los riesgos, el ser vulnerable y
estar expuesto tal vez duran un momento pero tú decides si disfrutas de ellos,
si los ignoras, si los sufres, si los olvidas o si estarán contigo toda la
vida, yo prefiero día con día batallar en lo que tenga que hacerlo y al final
llevarme al futuro lo bueno.